Movilización Neuromeníngea
El sistema nervioso está estructurado primariamente para la conducción de impulsos.
Esto supone una anatomía especializada que permita la transmisión de impulsos en diferentes solicitaciones dinámicas del sistema nervioso.
El sistema nervioso está diseñado para el movimiento y por ello se estira, se mueve y se desliza.
En su recorrido por el cuerpo, el sistema nervioso se pone en contacto con diferentes estructuras firmes o inextensibles y blandas. También atraviesa túneles que pueden ser óseos, fibro-óseos y de tejido blando.
Las estructuras del sistema nervioso suelen lesionarse por fricción, por compresión y por estiramiento. Esto da lugar a una tensión neural adversa (al poner a prueba la amplitud y capacidad de estiramiento de las estructuras del sistema nervioso, las respuestas fisiológicas y mecánicas son anormales).
La movilización neuromeníngea es una técnica manual de valoración y tratamiento de los tejidos neurales. Son una serie de pruebas que valoran el grado de afectación neural y lo tratan mediante técnicas de deslizamiento o estiramiento. El objetivo es recuperar la función mecánica y fisiológica del sistema nervioso a través de movilizaciones directas o indirectas.